Los perros cuentan con un elaborado sistema de señales visuales, auditivas y olfativas para comunicarse. Vamos a estudiar las distintas vías del perro para comunicarse: la cola del perro, las orejas, el cuerpo, los gestos faciales. También existen señales de calma en el perro, que indican que el can no busca conflicto.
El perro habla con su cuerpo
Los perros utilizan su cuerpo, sus glándulas generadoras de feromonas olfativas y su voz para compartir información tanto con sus dueños como con otros canes.
Dos de los apéndices de los perros, cola y orejas, son los que transmiten más información, según su posición. No obstante, la comunicación del perro es más sofisticada.
El perro tiene alrededor de 100 señales para transmitir calma y evitar conflictos
En ocasiones, para descifrar lo que el perro nos quiere comunicar, es necesario tener en cuenta varios gestos que se producen en el mismo momento. Expertos en comportamiento animal de la Universidad Complutense de Madrid, ponen un ejemplo: “Para saber si un perro está enfadado, no solo basta con que tenga las orejas levantadas, sino también su cola, su posición corporal sea de alerta y el can enseñe los dientes o gruña”.
La cola del perro habla por sí sola
La cola del can es similar a una bandera que se ve en la distancia y que emite señales sobre el estado del ánimo e intenciones del perro. De esta forma, un perro que está en el parque puede comunicar a otro congénere que se encuentra a varios metros de distancia si está dispuesto a entablar relación y se encuentra de buen humor. O si, por el contrario, prefiere mantener las distancias.
Una cola levantada en un perro puede tener varios significados, según el resto de señales que emita su cuerpo. De manera que si tiene la cola y las orejas rectas, puede significar que algo le llama la atención y está atento.
“No se puede generalizar y decir que siempre que un perro tiene la cola inmóvil y recta está en posición de ataque”, explican los expertos.
La cola en movimiento, de derecha a izquierda, indica que el perro está contento. Si además, se acompaña de la postura del cuerpo encorvada, con la cabeza agachada y emite algún gemido, significa que implora caricias y atención de una manera sumisa.
El pelo de la cola erizado indica que el perro está enfadado y puede hacer alguna exhibición amenazante con los dientes o algún ademán de ataque para advertir a su interlocutor, de que se aleje. Este tipo de señales comunicativas de aviso ayudan a evitar conflictos graves entre los perros, por cuestiones jerárquicas o territoriales.
La cola entre las patas traseras del perro es otra señal que, en este caso, transmite a sus interlocutores sumisión. Un perro con el cuerpo encorvado, las orejas pegadas a la cabeza y la cola entre las patas traseras comunica: “No quiero problemas, soy pacífico y haré lo que tú me pidas”.
Las orejas del can, una fuente de información
Las orejas del perro son una potente herramienta de comunicación para el animal.
Las orejas del perro pueden adoptar distintas posiciones que aportan diferente información sobre su estado de ánimo. Así, las orejas inhiestas pueden indicar, según se acompañen de otras señales, atención o interés, nerviosismo o enfado.
En el caso de que las orejas se encuentren pegadas a la cabeza y ladre, el perro nos puede transmitir miedo, sumisión, ansiedad o petición de atención.
El cuerpo del perro y lo que nos comunica
Un perro furioso lo demuestra con todo su cuerpo estirado.
Además de las orejas y la cola del perro, su cuerpo resulta una importante fuente de información para sus interlocutores, ya sean personas u otros animales. Un perro que está furioso lo demuestra con todo su cuerpo estirado, que avanza y se apoya sobre las patas traseras para abalanzarse sobre quien le hace sentirse amenazado.
De esta manera, el can intenta mostrarse frente a su oponente lo más grande y potente posible. En esta situación es posible que el pelo del lomo se erice para tener una apariencia más amenazadora.
La postura corporal del can para indicar sumisión o miedo canino es con el lomo encorvado y la cabeza agachada. Por el contrario, si el perro apoya las patas delanteras en el suelo y mantiene levantados los cuartos traseros, pretende demostrar que está contento y dispuesto al juego.
En caso de que apoye las patas delanteras en una persona u otro animal, y el ) perro ladre o gima, indica saludo amistoso para entablar una cordial relación o alegría por encontrarse con alguien.
Otra expresiva postura corporal del perro consiste en mantenerse tumbado boca arriba para demostrar que desea que lo acaricien y le hagan caso. En caso de que el perro permanezca medio incorporado en el suelo, con la cabeza levantada y mirada de atención, comunica que espera algo, como que le den comida. Lo mismo ocurre si está sentado, atento y coloca la pata encima del dueño.
Gestos faciales del perro
La cara es el espejo del alma del perro. La posición de los ojos y la boca del perro le ayudan a comunicar cierta información. Si los ojos están muy abiertos es señal de que está atento. En caso de que los mantenga entrecerrados, como cuando dormita, transmite que se siente relajado.
Los ojos del perro que adoptan una posición oblicua con respecto a la cara del perro y se acompañan de unas orejas inhiestas o algo agachadas y el hocico fruncido o la muestra de los dientes, indican que el perro está muy enfadado y dispuesto a llevar a cabo un serio aviso a su interlocutor.
Las señales de calma en el perro
Los perros emiten las denominadas señales de calma, que consisten en posturas, movimientos y gestos que pretenden ofrecer el mensaje: “tranquilidad, no discutamos, todo está bien”. Según la educadora canina Helena Bat, este tipo de señales que el perro emite con su cuerpo ayudan a evitar muchos conflictos.
Estos mensajes de calma se comprenden de manera instintiva entre canes, pero “no ocurre los mismo entre perro y persona, de forma que la incomprensión puede dar lugar a malentendidos que dificulten la convivencia”, explica Bat.
La adiestradora canina, escritora e investigadora del lenguaje canino, Turid Rugaas, es autora del libro sobre perros ‘Señales de calma’, donde explica cómo los perros tienen normas sociales de comunicación que incluyen alrededor de 100 gestos y señales visuales que les sirven para evitar conflictos en el grupo.
Algunas de las señales de calma que describe Ruugas en su libro son el lamido de la nariz, el bostezo, olisquear el suelo, rascarse, sacudir el cuerpo o girar la cabeza y el cuerpo. Todas ellas tienen la finalidad de evitar peleas y los perros también las utilizan con sus dueños, a los que pueden pasar desapercibidas.
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