Tanna, la cosa más mona y bonita del mundo… come cacas!

Come sus propias cacas y si te despistas también puede comerse las cacas de otros – sobre todo gatos.

Pero ¿Por qué los perros comen cacas?

La coprofagia no es en sí misma ni una patología ni una muestra de mala educación, sino una costumbre puntual, con distintas posibles causas etológicas

Atraer la atención del humano: Cuando el perro come caca, el humano tiende a prestarle atención, y aun que sea para reñirle o por castigarle, hay perros que escogen esta manera para atraer su atención.

Estrés: El estrés (y la ansiedad por separación) a menudo se demuestran con problemas de conducta, incluyendo la ingesta de heces.

Aburrimiento: A veces nuestros perros simplemente se aburren. No es raro que por falta de estimulación mental, al final el perro decida comerse las caca para entretenerse porque le faltan estímulos ambientales.

Evitar ser reñidos: A veces si nos hemos pasado en reñir a nuestro cachorro por hacer sus necesidades en sitios poco oportunos, es posible que ingiera sus heces, nada más producirlas, para hacerlas “desaparecer” de la vista de sus humanos. Sobre todo si han hecho esta necesidad en un lugar inapropiado, para evitar los reproches.

Mimetismo: El perro observa e imita a otros perros (o incluso a su humano que recoge el excremento en el paseo).

Conducta maternal: En todos los cánidos, la madre realiza coprofagia materna como hábito normal, para limpiar a los cachorros y mantenerlos en perfectas condiciones higiénicas. De esta manera también previene la aparición de enfermedades. Este hábito supuso una ventaja adaptativa y por ello quedó fijado en el comportamiento instintivo de las hembras. Por otro lado, el cachorro puede copiarla y hacerlo por mimetismo.

Dominancia: Algunos perros sumisos pueden consumir el excremento de los perros más dominantes, en la misma casa.

Gusto o hábito: Si descartamos las razones anteriores, puede ser que simplemente ¡LE GUSTEN LAS CACAS! o se hayan habituado a comerlas. El perro es un animal carroñero por naturaleza, y cualquier cosa con olor y materia orgánica sin digerir (heces de perros, gatos, pájaros o humanos) puede ser atractiva para ellos. Puede ser un poco asqueroso, sí… ¡pero es su naturaleza! Es más común que esto suceda con dietas muy grasas y poco digestibles, ya que al no aprovecharse bien serán más ricas en grasa y nutrientes, y por tanto, más atractivas.