La buena socialización con los seres humanos es la primera necesidad de los cachorros. Empezamos por los ejercicios que se incluyen en el curso de cachorros. Es importante que en el proceso participen tanto personas conocidas por el perro como desconocidos de todas las edades, sexo e aspecto físico. Aprovechamos de todos los participantes en el puppy class y les invitamos a participar en este tipo de ejercicios.
Lo primero es que los cachorros asocien las personas desconocidas con fuente de alimento, i.e. con algo muy agradable para ellos. Así que en los primeros acercamientos no procedemos al contacto físico, sino simplemente a que cada persona ofrezca comida al cachorro. Para hacerlo bien es muy importante enseñar a las personas unas reglas del mundo canino para que se puedan comunicar bien con los perros. En primer lugar – nunca ir encima del cachorro. Todo lo contrario: llamamos el cachorro de forma que no invadimos su espacio, la persona se agacha y así es mucho menos amenazante por el perro y esperamos que el cachorro vaya hacia delante buscando el contacto con el humano y allí se premia el perro con comida.
Cuando sabemos que los cachorros no tienen ningún problema de socialización y avanzamos en las clases es cuando asociamos la comida con las caricias. Pero no nos podemos precipitar para llegar a este paso. Es el cachorro que tiene que solicitar esa caricia, y no tiene que ir nunca hacia atrás cuando se le ofrece. Si el cachorro percibe como amenazante la situación, tendremos que alejarnos, dejarle su espacio y volver a empezar en una forma mucho más suave y progresiva otra vez con comida y luego poco a poco volvemos a probar con carisias. Pero hay que esperar que el cachorro nos permita a tocarlo. No se puede forzar una caricia.
Hay gente que a veces sujeta el cachorro e invita desconocidos a tocarlo directamente sin darle ninguna vía de escape por si la necesita. Eso es muy desagradable por este animal. Lo que va a quedar en su estado emocional es miedo y que las personas desconocidas son desagradables y potencialmente amenazantes. No vamos a mejorar la tolerancia a este contacto ni la socialización. Las vamos a empeorar.
Entonces, los puntos claves:
- No invadimos su espacio
- Lo llamamos para que el animal venga voluntariamente
- Nos agachamos para tener una postura no amenazante para el perro
- Nunca nos vamos por encima de el
- Cuando el animal se acerca le proponemos comida
- Cuando el cachorro está preparado podemos proceder a caricias
A lo largo que pasen las clases cada vez se les exige mas a los cachorros porque no siempre podremos controlar los contactos que recibe nuestro perro. Muchas veces se le van a acercar por detrás y sorprenderlo, es posible que le pisen la cola, a veces puede ser que le abrase algún niño desconocido. Entonces, tenemos que preparar nuestro perro para que acepte estas situaciones sin estrés y miedo. Si lo hacemos desde pequeño es mucho más probable que lo tolere.
Aunque a veces son la gente que no es suficientemente prudente con el perro, también nos interesa que nuestro cachorro sea capaz de manejar bien estas situaciones imprevisibles.
Una cosa divertida que hacemos en el curso de cachorros es lo que se llama un Carnaval, o jornadas de disfraces. Cada propietario trae algún objeto de casa que es habitual en nuestra sociedad pero a que no tiene porque está acostumbrado aun nuestro cachorro.Entonces, la gente viene con paraguas, con cascos de moto, con monopatines, con carritos, etc. y ayudamos a que el cachorro se acostumbre a todo tipo de personas y objetos. Con un solo día no es suficiente, pero damos los pasos a los propietarios para poder seguir trabajando durante los paseos o el tiempo que pasa con el cachorro.
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