Aún hay gente que cree que separando a los cachorros antés de tiempo de su madre les va a ayudar a adaptarse mejor a su nueva casa. Sin embargo, los veterinarios no recomiendan que un cachorro, ya sea de perro o gato, sea destetado antes de los 4-6 semanas que es cuando empiezan a salirle los dientes. La madre establece fuertes vínculos con los cachorros durante estos primeros meses a través de la lactancia, que los mantiene con una mayor inmunidad ante las enfermedades mientras le enseña a los cachorros a relacionarse y a ser autosuficientes.

En realidad un destete temprano aumenta el riesgo de que tu cachorro cuando crezca tenga problemas de conducta.

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Desde el punto de vista conductual lo ideal sería separarlos a los 8 semanas de vida.

La madre imparte importantes lecciones de vida. Los cachorros suelen jugar mordiendo o arañando, sin embargo, la madre dice hasta dónde y hasta cuándo, pues los frena cuando la muerden/arañan fuerte a ella o a sus hermanos. También enseña a respetar jerarquías. Y en el caso de los gatos a utilizar la tierra y limpiarse. Sólo la madre sabe cómo y qué enseñar.

Muchos de los trastornos de conducta que tiene el animal en su adultez están dados en parte por el destete precoz. Por ejemplo:

  • Hiperactividad – a que la madre no habrá podido enseñarle cuáles son los límites de actividad tolerables dentro de la camada.
  • durante el juego con los hermanos, el animal aprende a controlar  la fuerza de su mandíbula. Sin ese aprendizaje, tendremos un perro que hará daño cuando muerda,  por ejemplo, jugando con nosotros o con otros perros.
  • Agresividad hacia miembros de la familia– la excitación durante el juego se aumenta muy rápido para transformarse en una agresividad por juego. Aun que es típica por un cachorro, se tiene que trabajar y el perro se tiene que ensenar conductas tranquilas para poder convivir en la casa
  • Ansiedad por separación – el hiperapego que muestra el cachorro se podría desarrollar en una ansiedad por separación. Es común que en cachorros separados de su madre en edad demasiado temprana tengan más posibilidad de desarrollar ansiedad por separación. Es importante no confundir los síntomas de APS con un juego inadecuado del perro cuando se queda solo en casa. Por esa razón, antes de confirmar una posible APS se tienen que ver videos del cachorro solo en casa. En todo caso para poder prevenir (y/o tratar) la ansiedad por separación se tienen que promover conductas independientes del cachorro tanto en presencia de los dueños como cuando se queda solo.
  • Baja tolerancia a la frustración – causada probablemente por el destete precoz. Por ejemplo, a medida que madre-hijo van desapegándose lentamente, el cachorro llora por comida, pero la hembra no le permite mamar cuando lo desee, con lo que le está enseñando pautas de control emocional y así éste aprende a esperar su turno. La tolerancia a la frustración es antes que todo una conducta aprendida. Siendo separado antes de tiempo de su madre, el cachorro no ha tenido la oportunidad de aprender a enfrentarse a situaciones que no le gustan que suele a dar rebotes de agresividad y “rabia”.
  • Conductas sexuales no deseadas – la monta no siempre tiene como motivación un deseo sexual. En la edad temprana los cachorros juegan montándose uno a otro sin ninguna connotación sexual. Además, a mida que vayan creciendo a través del juego “montándose” (entre muchas otras cosas) los cachorros establecen el orden jerárquico en la camada y se ensenan mutuamente hasta donde este comportamiento podría ser aceptable y cuando no. El hecho de que el perro sigue jugando así puede ser otra confirmación que no ha pasado el periodo sensible con su camada.
  • Trastornos obsesivos compulsivos – se comenta que el perro se persigue la cola. Aunque esto aún no debe de ser una razón para preocupación, los perros que hayan sido destetados antes de tiempo suelen a tener una tendencia de estresarse más rápido. El estrés es una de las principales causas de la apariencia de trastornos obsesivos compulsivos. Por eso, se tiene que vigilar el comportamiento del perro. Mientras este juego es fácil de parar y cambiar por otra cosa no hay razones de preocupación. En el caso de que
  • Mala socialización – La socialización durante la etapa entre las 6 y 12 semanas de cachorro es fundamental para el bienestar del animal, ya que le prepara para aceptar y disfrutar de los nuevos estímulos que va a ir encontrando a lo largo de su vida. Un cachorro bien socializado será un adulto equilibrado, con niveles de estrés controlados, que no responderá ante otros perros, personas o estímulos de manera exagerada, con miedo o agresividad.
  • Excitabilidad – el perro se muestra muy alegre en los encuentros tanto con personas como con otros perros.